Es complejo ...

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Es alcanzable operar con mucha integración de tecnología, pero es complejo cuando no hay cambio en la cultura de la organización.

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Profundizo:

• Es complejo ... cuando tienes líderes que creen que Odoo es una varita mágica, que les debe leer la mente y que todo se solucione con un click (en verdad un prospecto decía que 5 clicks era "mucho" para convertir una requisición hasta la el pago de la factura).
• Es complejo ... cuando los usuarios finales no tienen intención de aprender a usar la herramienta, prefieren la hoja de cálculo porque lo aguanta todo. No prestan atención en las formaciones, no leen y no exploran.
• Es complejo ... cuando no quieren cambiar sus procesos a mejores prácticas, se amparan de la frase mal entendida y aplicada: "el software trabaja para mi, no yo para el software".
• Es complejo ... cuando quieren personalizar la herramienta en lugar de tomarse el tiempo de pensar si el proceso está maduro, optimizado o por lo menos claro. Ni siquiera la han usado y quieren cambiarle hasta la letra.
• Es complejo ... cuando se impone en lugar de empatizar considerando lo duro de cambiar y dejar de dominar algo y volver a ser "newbie".
• Es complejo ... cuando quieren acortar la etapa de análisis y entendimiento para obtener solo la cotización para saber tiempos y costos.
• Y es complejo, cuando el que acompaña no sabe decir NO y su apega a una buena metodología de implementación.

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Adquirir cualquier herramienta es fácil, con que tengas una tarjeta bancaria te hacen el cargo recurrente y estás del otro lado.

Entender, adoptar, implementar y estudiar es lo complejo.

Como socios de Odoo nos toca estar en constante formación para sacar el mayor provecho de todo lo que ofrece la plataforma, tener mucho discernimiento de cuando decir sí y no a las solicitudes, acompañar desde el CEO hasta el usuario final.

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La labor consultiva es hermosa, pero ... es compleja.